La palabra fachada desde un punto de vista técnico son todas las superficies externas de un edificio, pero esta palabra a veces se refiere sólo a la superficie de la pared cara a la calle y estas también por norma están más cuidadas que las otras superficies del edificio.
Al elegir el color del recubrimiento y material, debemos ser conscientes de que este se ve afectado por muchos factores. Normalmente, primero pensamos en el efecto estético - el impacto del recubrimiento o color seleccionado dará a la apariencia del edificio, la coherencia con la arquitectura, el gusto y el deseo del propietario del edificio y así sucesivamente.
Se nos olvida, sin embargo, las características técnicas y físicas del edificio.
Con esto en mente, pensar en superficie de la composición, la adherencia y la resistencia del recubrimiento sobre la misma. La luz y resistencia a la intemperie de la capa seleccionada el tono de color, así como los principios de la física de la construcción, como las intervenciones en las paredes exteriores tienen influencia sobre la función de la fachada y especialmente en las características del aislamiento.
¿Cómo elegir el mejor tipo de recubrimiento?
En particular, debemos tener en cuenta el hecho de que la superficie de la fachada debe ser protegida de los efectos adversos y devastadores del medio ambiente. La causa principal de la mayoría de los daños es la humedad, que penetra en el interior de las estructuras. La humedad es el portador de iones ácidos, que causan la corrosión de accesorios (el volumen de los óxidos y las sales resultantes es una causa importante en la formación de grietas en la estructura - entre otras cosas se reduce el aislamiento térmico de edificios), y las impurezas que se han depositado principalmente en la superficie de las fachadas. La humedad provoca el crecimiento de microorganismos (mohos, algas, musgos), y así sucesivamente.
Otra causa del deterioro es la luz del sol, partes invisible del espectro, como el IR rangos UV-y, causando deterioro de materiales de unión en la estructura del edificio, reduciendo así su fuerza y ofreciendo un acceso más fácil a la pared interior por la humedad.
Por lo tanto es necesario elegir un revestimiento permita un intercambio rápido de la humedad y evitar la carga excesiva de energía térmica a la superficie de las fachadas.
La humedad se asocia con dos fenómenos físicos: permeabilidad al vapor y al agua. También es importante el impacto del color para proteger la fachada, porque los colores oscuros absorben más calor, lo que puede causar una descomposición más rápida del material.
La pintura de fachada acrílica es económicamente viable dentro de la clase de pinturas de valor medio resistentes al agua y permeables. Por lo tanto estas pinturas ayudan a proteger la superficie de la fachada, pero también porque las pinturas de la base de agua son más amables y menos perjudiciales para la salud en comparación con los de base disolventes.
En el caso de la restauración de las antiguas fachadas, que son pobres en relación con aglutinantes y tienen grietas profundas, es sensato elegir la pintura, que cubra estas. Por ejemplo pintura acrílica con fibras.
En cuanto a la permeabilidad al vapor y la repulsión del agua es similar a la pintura de fachada acrílica, añadiendo fibras a la película se ha añadido carga y aumenta la repulsión del agua. El aumento de la conciencia ambiental de los productores y de los usuarios reduce fuertemente el uso de pinturas para fachadas, a base de solventes que son de hecho menos saludables de usar. Se puede aplicar incluso a temperaturas muy bajas (hasta -10 ° C si la base no está congelada), las pinturas al agua no lo permiten (la temperatura mínima ambiente de la zona de trabajo es 5 ° C).
Mediante el uso de pigmentos estables y persistentes en el tiempo mejoramos la función protectora de un recubrimiento. La elección de tonos será más pequeña, porque debemos usar sólo pigmentos inorgánicos, que cumplan con el requisito de UV alcalina y la estabilidad del tiempo, lo cual es válido también para revestimientos en base de silicato.
Para garantizar la función de protección a largo plazo de los recubrimientos no sólo de tipo de revestimiento y color seleccionado son importantes sino la correcta preparación de la superficie, limpieza y reparación de las zonas de fachadas dañadas, también destruir los microorganismos depositados en ellas. El revestimiento no puede corregir defectos en la superficie y detener los procesos de degradación, que son debidos a la humedad, sólo los podrá cubrir durante un determinado período (a veces muy corto).
Muy importante es también la forma de aplicación, la climatología y temperatura adecuadas en el momento de la aplicación y el secado, la protección adecuada de las superficies de fachada contra la humedad y la exposición solar excesiva durante la pintura, etc.
